jueves, 5 de noviembre de 2015

“Mouseland” de los Octubre, respuestas tan razonables como emotivas a un millón de dudas

Portada
El grupo de pop Octubre regresaba a la actualidad discográfica, en el mes de octubre de 2015, con un nuevo álbum, el cuarto de su carrera, titulado “Mouseland”. Contiene nueve creaciones  propias y una versión del tema “Nos falta fe” de Juan y Junior. Una decena de excelentes canciones con las que esta banda murciana ha redimensionado  sus inmejorables artes compositivas, así como perfeccionado su evidente destreza  instrumental. De este modo engrandecen, más aún si cabe, ese ya de por si amplio universo propio, tanto melódico como  rítmico,  aunando cautivadores arreglos musicales con un ejercicio poético extraordinario a base de letras vivaces y sentimentales, algunas de ellas no exentas de hiriente crítica social.   El nombre genérico escogido para el álbum hace referencia a la famosa fábula política pronunciada a principios de los años sesenta por políticos canadienses dejando entredicho la conveniencia de que los ratones elijan a gatos para ser sus representantes legítimos.  Por el momento el disco ha sido autoeditado en formato digipack y se baraja la posibilidad de sacarlo también en vinilo si la venta de esta edición cumple con las expectativas económicas imprescindibles.  Como bien sabes, su anterior trabajo llevaba por título “Todo se lo lleva el viento” y fue editado por Rock Indiana en 2010.  Desde entonces, los Octubre han realizado varias actuaciones memorables sin dejar de idear nuevas canciones con esa calma necesaria que les permite cuidar todos los detalles de forma magistral tal y como se dmuestra en este nuevo álbum que te recomendamos encarecidamente. 

Trayectoria 


Octubre triunfando en el IPO
La banda Octubre está formada actualmente por José Esteban Martínez-Iglesias, voz, guitarra; Ángel  Perni, guitarra, teclado;  Juan Manuel  De León “Dele”, bajo, coros; y José Ángel Gómez, batería, más la incorporación a la guitarra, teclado y coros de Leandro Martínez-Romero, guitarrista y organista de El Bueno, el Feo y el Mena.  Se formaron en Caravaca de la Cruz, Murcia en 1994. Graban su primera maqueta con canciones como ‘Una vez más’ o ‘You´ll never again’, que les consiguen un puesto destacado en la llamada  Nueva Ola Murciana. Consiguen los primeros premios a nivel autonómico y van ganando prestigio en el resto del Estado. Esas dos canciones aparecen en 1997 en el disco “New Wave for your pretty face”, editado por el sello murciano In the city records (Jorge-Art School).

El directo de los Octubre. Fotos facilitadas por la banda 
Tras algunos cambios en la formación, en 1999 graban tres maquetas seguidas con cinco temas  cada una. Nacen nuevas canciones como ‘Sólo para nosotros dos’, ‘Cerca de ti’, ‘Mejor’ y ‘Fácil, dices que es fácil’. Otra de sus creaciones, ‘Todo ha cambiado’, se incluye en un doble recopilatorio editado por Planet Music, con lo mejor del pop rock murciano de los ochenta y noventa. En el 2000, graban ‘Lágrimas Negras’ para “Tu voz en color” un disco homenaje a Los Flechazos. Bip Bip records se fija en ellos y en 2001 sacan su Lp “Mi última y mejor oportunidad” (2001) al que siguen un Ep también para Bip Bip Records, “Todo pasa y no volverá” (2002).

Su presencia en los medios de comunicación especializados ya es bien notoria y participan en otros homenajes a 091 versionando ‘El sur’, y a la nueva ola, con una versión de un tema de Mamá, ‘Chica cruel’.  En 2006 sacan un nuevo álbum titulado “Cuando todo parecía perdido” (2006. Rock Indiana), con 10 temas entre los que destaca ‘Ludivine’, más la que da título al álbum, entre otras, producidas por Juan Antonio Ross y grabadas en Pig Studios de Granada y masterizado en Madrid por José María Rosillo.

Artwork

Octubre sacaron en 2010 uno de los mejores discos de pop de ese año y, sin duda, uno de los más grandes e intensos de la historia de la música española. Se trata del álbum titulado “Todo se lo lleva el viento” (Rock Indiana) en el que melodía, ritmo, power pop de los setenta, referencias “sixties”, originalidad y contemporaneidad se dan la mano para aferrarse a la realidad para que no les importunen las ráfagas de ese pesimismo acuciante del mercado discográfico. El disco fue  aclamado tanto por la crítica como por el público. Contiene 11 temas, sin desperdicio alguno, como el que le da título, más ‘Expreso de medianoche’, ‘Nada que perder’, o ‘No sé que hacer’, versión de los Ángeles, entre otras. Producido de nuevo por Ross, que también colabora, fue grabado en Rocksound estudios.  A destacar que participaron en dos ediciones,  2011 y 2014, en el International Pop Overthrow  celebrado en el mítico The Cavern en Liverpool. Finalmente, este 2015 han aportado una versión que grabaron hace seis años del tema "Lazy" para el homenaje al grupo PPM con el título de "Regreso al punk".

Las canciones de “Mouseland” fueron grabadas  en los MIA estudios de Murcia con Antonio Illán y masterizadas en los estudios Cadizfornia de Cádiz con Mario G. Alberni.  Colaboraron en este álbum: Joaquín Talismán a las guitarras, Jerónimo de Moya al trombón, Antonio Sánchez a la trompeta, y Marcos López al saxo. Por lo que respecta al atractivo artworlk, con esos fantásticos personajes de semblante agresivo ocultos tras antifaces y dispuestos a cambiar la realidad circundante,  es obra de Pedro Perles.

Los Octubre en el estudio de grabación

Las canciones

El disco se abre con  “San Martín”, un tema en el que se pone de manifiesto, por una parte, su elevada carga reivindicativa y por otra, esa natural como fabulosa maestría para conjugar melodía y ritmo con una habilidad encomiable no exenta de una profunda emoción, cualidades ambas que ponen los pelos de punta. El tema es una llamada a la acción frente a la situación política actual, cansados de mentiras y jugarretas varias, con frases sin equívoco alguno como  “…no voy a decir lo siento, porque al fin va a llegar vuestro final, y así volver a empezar”.   Guitarras resplandecientes, ritmos calibrados al milímetro y un bajo tejiendo de forma magnífica una segunda línea melódica,  se conjugan para dar una cobertura perfecta  a la magnífica voz principal respaldada por un magistral juego de coros y un efervescente solo final de guitarra.

La sección de metales grabando
Le sigue la versión del “Nos falta fe” (1967) de Juan y Junior, en la que sobresale una sección de metal de auténtico lujo. Los Octubre consiguen reinventar este conocida canción con una convincente voz principal a la altura de los mencionados componentes de los Brincos, apoyada por una sección rítmica impecable  y unas poderosas guitarras descargando acordes de enorme alcance.   “No es verdad” tiene lo mejor del pop y el  folk al servicio de esta descomunal banda capaz de contagiarnos su pasión para que cada momento lo vivamos sin final… “y si ahora vienen a decirme una vez más que me arrepienta de intentarlo, no es verdad que haya cambiado”. Un sensacional tema, con solo de textura onírica, en el que nos recuerdan acertadamente que “ La vida es corta… por eso nunca quiero perderla como ayer.  Pero si creen que van a conseguir que me avergüence por soñar… ”.  De este modo llegamos al tema que da título al álbum ese “Mouseland” con arranque persuasivo de batería tras la que se unen a la fiesta guitarras de instro western  con marcado acompañamiento de bajo.  El crescendo nos lleva a la sensacional entrada de su cantante principal que nos describe la fatídica experiencia de vivir en esa tierra de los ratones dominados, que en realidad es una metáfora de la nuestra:  “no podrán echarnos de aquí… al final qué más da, todo va a seguir igual, nadie puede escapar, ni tampoco protestar … hoy, todos hemos  ha vuelto a perder y te dirán que tienes que aguantar otra vez, en Mouseland”.

Joaquín Talismán y José Esteban Martínez-Iglesias
Con el siguiente  corte llamado “Hablar” los Octubre se tornan más introspectivos con una preciosa letra de amor “para poderte besar a los labios y no volver más a hacerte daño… cuando vuelva a despertar, sentir que estás otra vez”. Un tema muy tierno con punteos de guitarra que contrastan con el marcado acompañamiento rítmico tras el que aparece otro motivo instrumental de lujo en el que la guitarra dibuja filigranas en el espacio con una magistral habilidad. El tema adquiere otra rítmica y se redimensiona hasta los compases  finales más atmosféricos.  “Un millón de dudas razonables”  es otra de las excelencias de este álbum. Aquí  la banda despliega todos sus recursos para envolvernos con guitarras insistentes, ritmos precisos y esa voz solista que nos cuenta otra historia de amor en la que “tal vez, pueda disimular que quiero estar contigo, por fin lo he comprendido”. Otra filigrana solista de guitarra  completa este cariñoso corte de arreglos muy rítmicos y emocionalmente encantadores. 
Con “La lluvia” vuelven a hacer acto de presencia esos grandiosos  metales tan apropiados ayudando con soberbia creatividad a dar vida a un tema especial,  con efectos lisérgicos, que fluctúa, con extraordinario dominio de causa, entre el soul más ácido y el sonido Madchester más bailable.  “ Tú eres todo lo que siempre esperé…  si no quieres verme más, sigue andando y no mires atrás… Y me pregunto siempre dónde tu irás, si alguna vez vendrás… solo quiero ver tus rayos, reflejados en el lago”.

Octubre en vivo 
“Utílizame”, siguiente canción,  tiene el encanto de la bossa nova con letra de superación existencial:  “ya ves que estoy cansado, que siempre he estado equivocado. Tu mírame,  y úsame, no tienes nada que temer, coge todo…”. De nuevo destacan en sobremanera esos coros tan espaciales que desembocan en la entrada clamorosa de la guitarra con acordes marcados que dan un vuelco al tema para trasladarlo a un grandioso momento de powerpop  sin perder la sensibilidad ni un ápice. Añádele  otro solo de eléctrica memorable y una pasaje final apoteósico.   

“El último vals (canción de cuna)” es un tema de ritmo pausado con guitarra acústica y teclados envolventes. “duerme mi amor que otro día vendrá y si descansas será mejor, acércate a mí y deja el miedo atrás porque sabes que yo estaré aquí”.  Acompañado por un celestial pedal de órgano, llega el momento de empezar a soñar escuchando esa fantástica primera voz. Sensacional ese momento de vals tranquilo que se torna grandioso con la entrada de esa guitarra anunciando el sol de la mañana que ya nos despertará…  Sin lugar a dudas, con los Octubre “llegó el momento de empezar a soñar”.

Octubre en direxto.
“Ven por mi” es el último tema del disco y en esta ocasión la banda nos agasaja con otra de sus maravillas de pop en su máxima esencia, cuya energía radica en la conjugación de letras emocionantes con arreglos muy sensibles que heredan la pasión sixties con motivos selectos de folk, beat, y ese “ye ye” patrio tan adorable.   “No quiero estar sin ti… ven por mí, los días pasan despacio, siempre que no estás aquí… no puedo olvidarme de ti”. Espectacular el canon final de voces, más otro seductor  solo de guitarra.  El sensible oyente se sentirá en la gloria, satisfecho al escuchar  una extraordinaria canción de amor con la que es más que probable que se le haga un nudo en la garganta por la gran carga emocional que desprende.    

Reflexión final

Tal y como te apuntamos en el inicio de esta reseña, el título del disco hace referencia al parlamento que pronunciaron unos políticos socialdemócratas canadienses a principios de los sesenta, llamados Clarence Gillis y Tommy Douglas.  Contaban la historia de un país de ratones que escogían a gatos para que les dirigiesen y éstos se aprovechan de la situación para dictar leyes que, en realidad, están pensadas para cazarles. Descontentos con los resultados, los ratones probaron con elegir primero gatos negros, luego blancos, después a topos… hasta que un pequeño ratón quiere hacerles comprender que el problema no es el color sino que deberían escoger a otros ratones para que fueran sus representantes administrativos. El pobre ratoncito acaba encarcelado por “comunista” y el cuento termina con la advertencia de que: “aunque puedan encerrarle, no podrán impedir la libertad de sus ideas”.

Los Octubre con la formación completa más metales
A nadie se le escapa que esta fábula, a pesar los años transcurridos y los avances tecnológicos conseguidos de los que la humanidad está tan orgullosa, sigue igual de vigente que en los sesenta y por ello ha sido escogida, con muy buen criterio, por los Octubre para que sea el “leitmotiv” principal de este flamante nuevo trabajo. Me pregunto cuántos  grupos de pop están dispuestos a ser tan explícitos sin temer a  ser censurados por los mass media.   No muchos, la verdad, y entre esas valientes formaciones destacan estos murcianos porque atesroan un gusto exquisito para embellecer  la crítica social con melodías de ensueño ciertamente emocionantes. De todos modos, no creo que a estas alturas les preocupe demasiado si van o no a tener una cuantiosa repercusión mediática.  Estoy convencido de que les resulta mucho atractivo y relevante superar ese listón que todo artista que se precie sube, obra tras obra, para que su  trabajo evolucione hacia la búsqueda de esa siempre anhelada expresividad comunicativa cercana a la perfección.  Si bien es cierto que Octubre mantiene con este nuevo disco sus ideas musicales fundacionales que, hasta el momento, les han distinguido  como uno de los mejores grupos españoles de pop  de todos los tiempos, no es menos evidente que ese fantástico mundo artístico propio, en constante evolución ya sea de forma individual como colectiva, se engrandece con este nuevo disco por medio de la aportación de nuevos matices estilísticos, incluso instrumentales, que enriquecen notablemente su trabajo. Parafraseando una de sus canciones, los Octubre nos ofrecen un millón de respuestas emocionales para afrontar a esas insoportables dudas que vamos sumando, con evidente inquietud, sumidos en la fatalidad de ese “Mouseland” actual que persiste en perpetuarse con leyes  pensadas para cazar ratones con engaños políticos.  Hay muchas y variadas formas de decir lo mismo, aunque muchos hagan los oídos sordos, pero solo Octubre logra hacerlo con esta pasión y esa ternura comunicativa que nos conmueve hasta límites inconmensurables.    

Nota: Puedes escuchar el disco en el bandcamp y adquitir una copia en Miel de Moscas

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