jueves, 20 de agosto de 2015

Ambros Chapel sumergen en esencia post-punk sus reconfortantes "The Last Memories"

portada. Foto: Stella Blasco
Si la música te apasiona, siempre aparece en el momento adecuado y entonces se convierte en imprescindible para sobrevivir en condiciones adversas. Algo así me acaba de suceder con los Ambros Chapel. Su convincente trabajo sonoro resulta de una enorme creatividad musical y lírica. Los componentes de esta banda valenciana atesoran una gran habilidad para que sus canciones desprendan una pasión inconmensurable. No solo les considero unos herederos ejemplares del imaginario del mejor post punk de los ochenta, sino que, en este sentido, creo que nunca han caído en la trampa de repetir esquemas preconcebidos. Su original obra conforma un espacio musical propio en el que tienen cabida todo tipo de filigranas instrumentales con las que acompañan, mediante arreglos envolventes, a una voz principal que parece surgir de la profundidad del alma. Entre finales de 2014 y principios de 2015 sacaban su cuarta referencia, su segundo álbum, con el título de “The Last memories” (7Days Music/Harmony Records), diez temas de una solemnidad impactante, con suma entrega, que se escampa por la rutina de nuestras vidas hasta teñir lo cotidiano de una espesa capa de pulsiones oníricas. Una invasión de genialidades que encoge el corazón y nos traslada a otra dimensión desconocida. Sin lugar a dudas, la música de los Ambros  Chapel es, como bien nos ilustra la portada de este magnífico disco, una enorme bocanada de  emotividad, toda la que seas capaz de retener en tu corazón, para sumergirte en la vida en la que, como sabes, no te va a resultar nada fácil respirar a tu antojo.  


Trayectoria 

Ambros Chapel. Foto: Stella Blasco 
Ambros Chapel son actualmente Pablo Casero (voz y guitarra), Alfred Sanchís (bajo),  Oscar Vadillo (guitarra solista) y José Rodríguez (batería). Anteriormente, formaron parte del proyecto otros músicos como Vicent Ortiz (teclados) y Rafael Vicente (guitarra, coros). Empezaron en 2006, año en que grabaron su primera maqueta con la que consiguen cierta repercusión local a partir de su primer concierto en el Loco Club de Valencia. Al año siguiente dan forma a su segunda demo y salen de su ciudad para tocar en otros puntos del Estado quedando como semifinalistas de varios concursos a nivel nacional. Algunos de sus temas empiezan a ser bastante conocidos; aparecen en recopilatorios y en 2008 ganan el concurso Troglogló, en su sexta edición, organizado por la Caverna, local valenciano, al que se presentaron cerca de 40 grupos noveles. Ese premio les permite grabar dos canciones con Dani Cardona en Studio 54. Su agenda de conciertos sigue aumentando mientras ultiman la grabación de su primer disco que presentaron en noviembre de 2009 con el título de “Rome”, editado por el sello valenciano independiente Malatesta Records y distribuido por Everlasting/Popstock. A destacar que una de sus canciones más conocidas, “25” se emitiría en la BBC en el año 2009.

Ambros Chapel
Su segundo álbum “Constants ara Changing” (7days music 2011) fue grabado y mezclado por Paco Morillas en Blackout Musice y masterizado por Mario G. Alberni. Puedes leer una reseña de este disco en el Magic Pop entrando aquí.  A finales de 2012 graban y mezclan un Ep “Electric Eye” (7Days Music y To Jail Records) en los  Rockaway Studios (Castellón) con Alberto Luzendo. Masterizado de nuevo por Mario G. Alberni en los Kadifornia Estudios, se edita de forma limitada con 105 copias, en vinilo 7” más cd. También han aportado la versión de la canción “Wellcome” en el disco homenaje "Bajo un cielo prehistórico - Tributo a The Church" (2014, Lunar Discos).  Ya en 2015 versionan el tema “Blue Monday” para el disco “Dreams never end: A tribute to New Order” para los brasileños The Blog That Celebrates Itself (TBTCI Records).

“The Last memories” fue grabado y mezclado por Facundo Novo en Novoestudios, y masterizado por Mario G. Alberni en Kadifornia Mastering. La muy apropiada foto de la portada es de Stella Blasco, y el diseño del disco de Bhyf. Salió a la venta en vinilo a principios de 2015 con una edición limitada de 300 copias con descarga digital del disco.

Las canciones 

Ambros Chapel Foto: Susana Godoy (Alquimia Sonora)
El disco empieza con el tema “X” cuyo trazado musical viene marcado por esa ambientación  inicial tras la que suenan los tambores y el marcaje escueto pero vital de las guitarras. La tremenda voz solista se apodera de nuestros sentidos al tiempo que los arreglos van completando el poder absorbente de su música con varios motivos que nos trasladan a un crescendo espectacular en el que este sensacional tema explota con una aportación escalofriante de guitarra. Le sigue “Cellophan”, tema que sugiere momentos íntimos en los que surgen con elegancia motivos instrumentales que empiezan casi en el susurro y que discurren hacia la grandiosidad del estribillo. Con un ritmo impecable de batería y bajo, la guitarra aporta ya sean punteos cariñosos muy bien definidos, como acordes ácidos que descargan con absoluta frialdad.

Ambros Chapel. Foto: Stella Blasco
Con “Broken Dice” aparecen los Ambros Chapel más siniestros sin que por ello comporte una pérdida de la gran sensualidad que transmiten sus canciones. Arreglos oscuros, ritmos a paso de corazón dolorido, y esa voz con sensacional tesitura, acompañada por momentos por esos precisos coros afligidos, van tejiendo un tema de apariencia temática frágil pero que esconde en sus entrañas un trabajo melódico cautivador.   A continuación nos ofrecen “I don’t”, excepcional tema de vocación espacial en el que todos y cada uno de los componentes de la banda, aportan su mayor sensibilidad. Desde el ritmo a la orfebrería de las guitarras, con genial solo incluido, pasando por la casi entrecortada voz principal, nos regalan un momento de intimidad casi mística, tan envolvente como acongojante que nos eleva hasta la inmensidad, llegando a flotar incluso en los compases finales.  Cierra la cara A “Situation”, canción con la que recuperan la fuerza habitual con la que imprimen su huella en melodías de un pop nada contemplativo. Artífices de ritmos perspicaces e intervenciones estelares de guitarras, consiguen dar forma a varias situaciones emotivas con una facilidad pasmosa.
 
Ambros Chapel. Foto: Ana Sánchez  
“Brazil” abre la cara B y con esta canción descubrimos a una banda que refuerza su sentido provocativo tras un arranque experimental  que desemboca en un bajo y tambores tribales. Ambos instrumentos resuenan en la selva de los sentimientos donde, poco a poco, llegan a nuestros oídos descargas de guitarras punzantes que nos mantienen en tensión. Los momentos introspectivos se suceden como partidas de cartas sin final, para invitarnos a un juego en la que el sonido tiene una especial relevancia llegando a cotas de una conmoción indescriptible. Le sucede “Black Dress”, corte en el que siguen dando muestras inequívocas de esa continua experimentación en los ritmos y las armonías, siempre prevaleciendo esa búsqueda irrenunciable de la condensación atmosférica de recursos con el fin de provocar una reacción turbulenta en cadena. “Future Line” aporta una concepción rítmica persuasiva con golpes de bajo y batería retumbando por nuestro cuerpo sobre los que su cantante saca otra carta más de su habilidad para dirigir la banda con un descomunal viaje hacia el éxtasis sonoro: la eclosión sentimental de los estribillos.

Ambros Chapel. Foto: Susana Godoy (Alquimia Sonora)
Le sigue “The Lonely Fair” con otro inicio atmosférico y un genial diálogo de guitarras penetrantes a las que se suma la percusión mediante un acompañamiento sinuoso. Los acordes se dispersan en ecos y los punteos nos embelesan mientras la voz nos relata otra excelente composición que explota como si se trataran de fuegos artificiales existenciales que explotan bajo control a nuestro alrededor, permitiéndonos participar de esa apoteosis musical. El tema regresa a sus secuencias más calmadas para volver a recuperar, gracias a una sacudida eléctrica procurada por un gancho impresionante, el éxtasis propio de las genialidades más sutiles a base de contrastes memorables. Acaba el disco con “Solitary Man”, una aportación final, con un magnífico medio tiempo muy marcado, dulcificado por sutiles recursos acústicos con los que acompañan esa grave voz principal que se torna cariñosa y que sigue anonadándonos con sus recitados tan penetrantes.  Unos efectos sinfónicos finales más una andanada de guitarra eléctrica pone punto final a este poderoso álbum mediante unos compases instrumentales que emocionan en sobremanera.

Ambros Chapel. Foto: Stella Blasco

Reflexión final 

Manteniendo intacta la elegancia y la pulcritud que distingue hasta el momento el impecable trabajo sonoro de estos valencianos, su segundo álbum aporta un impresionante mundo de sonidos magníficos, en ocasiones mordaces, en otras de una euforia desbordante, y en algunos casos de una introspección reconfortante. Nos agasajan con momentos solistas memorables ya sea por medio de la descomunal voz principal como gracias a esas guitarras tan habilidosas. Cierra el círculo, de forma perfecta, la presencia rítmica de bajo y batería cuyas aportaciones contundentes o sutiles, según el tema,  permiten unos resultados finales brillantes. Los Ambros Chapel siguen en la línea post punk que trazaron desde sus inicios pero se nota, con creces, que el trabajo de ensayo y el esfuerzo compositivo les ha permitido transitar por todo tipo de caminos en los que han ido recogiendo nuevos, o mejorados, recursos para enriquecer su obra y hacérsela completamente suya para tu uso y disfrute exclusivo.  “The Last Memories” acaba por ser una sensacional muestra de ese esfuerzo colectivo combinando genialidades individuales. Tiene incluso un valor terapéutico memorable, como toda música que transmita esa pasión fascinante. Por ello no me parece casualidad que termine el disco con ese “Hombre solitario”. Ciertamente es así como uno se siente tras acabar de escuchar este álbum tan bello como reflexivo: Absolutamente solo, luchando de nuevo contra los propios miedos, sin esas canciones  que te den fuerzas y te ayuden a superarlos para llenar ese enorme vacío que provocan las adversidades. Entonces no tienes otra opción que reiniciar el proceso y volver a sumergirte en la vida con una profunda bocanada de su genial música.  

Nota: Puedes escuchar las canciones en su bandcamp. También te invitamos a visionar el videoclip de su tema "Brazil" (Cat & Gos Films) con dirección, fotografía y edición de Stella Blasco y Jordi Todolí, y la colaboración de Jessica Martínez.    


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