jueves, 17 de julio de 2014

Jesús Trujillo pone fin a Carlo Coupé, genio que hizo posible una música negra española de calidad

Carlo Coupé en directo
Tras haber leído el mensaje de despedida que Carlo Coupé nos dejaba estos días de mediados de julio de 2014 en su Facebook, he sentido un vacío enorme que, con enorme tristeza y resignación, he intentado llenar escuchando, en la intimidad, sus diversos como excelentes proyectos musicales. Mientras oía y egustaba ese amplio abanico de matices creativos que le distinguen como nuestro mejor compositor de música negra, de todos los tiempos, no he podido resistir la tentación de buscar factores a los que culpabilizar  de tan lamentable noticia. Realmente, no sé si somos aún del todo conscientes del alcance de esta decisión. En mi opinión, es una auténtica tragedia aunque os parezca que estoy pecando de exagerado. Y lo es no solo porque desaparece el mejor de nuestros creadores con enorme prestigio internacional, sino que también nos abandona un productor de calidad ilimitada y, justo, cuando parece que el estilo tiene en nuestro país más adeptos y más grupos que nunca, los cuales aseguran ser devotos del funk o el soul. La verdad es que no entiendo nada o quizá lo entienda todo demasiado bien pero me resista a aceptarlo. Pero vayamos por partes. Este es el escrito que puedes leer en su Facebook, espacio personal que se cerrará en breve:  

“Este es un mensaje de despedida. Mi carrera musical ha acabado. Estoy terminando la producción de mi canción nº 100 y con ella pondré fin a la historia de Carlo Coupé. He perdido por completo la ilusión y cada día que pasa me aburre más la idea de encender el equipo para ponerme a componer. Así que lo dejo.

Quiero daros las gracias a todos los que en algún momento de mi vida profesional me habéis apoyado y animado a seguir. Gracias a los cantantes, instrumentistas y grupos que me habéis permitido disfrutar y aprender de vuestro talento. Gracias a las compañías discográficas y a los distribuidores que han creído en mí. Y, sobre todo, gracias a todos vosotros, queridísimos amigos: sin vosotros hubiera dicho adiós mucho antes. ¡¡¡Gracias de todo corazón!!!

Besos, Carlo Coupé

Más claro, imposible. Carlo Coupé dejará de existir dentro de muy poco por falta de ilusión creativa. No hay ningún reproche y seguro que los tiene pero así es él: elegante y sensato hasta el final. Como no podía ser de otra forma, los comentarios de sus amigos, amigas y fans, aparecen en la mencionada red social con opiniones emocionadas, deseos de prosperidad, ánimos, palabras justas y sentidas revindicando su figura y deseándole todo lo mejor para sus nuevos proyectos. Carlo responde: “Por favor, que nadie se preocupe. Es una decisión muy meditada. Y es realmente lo que necesito en estos momentos para ser feliz, dejar por fin esta historia y dedicarme a otras cosas que me apetecen mucho más. Más besos”. 

Insisto,  seguro que es una decisión muy meditada, necesaria para esa búsqueda tan humana de la felicidad pero no puedo quitarme de la cabeza la auténtica pena de perder a uno de los grandes. Así que, una vez más, vamos a recordar a grandes rasgos quien es Carlo Coupé, alter ego del jerezano Jesús Trujillo afincado en Madrid desde hace décadas. 

Con el prestigioso flautista Julián Elvira en la Dársena 
Aparte de músico, Jesús Trujillo es también periodista, crítico de música clásica, y escritor. Empezó colaborando con la revista Ritmo entre varios medios de comunicación escritos como el País,  ABC o el Cultural de La Razón. También trabajó en Sinfo Radio (SER) como presentador de programas y guionista y en Radio Clásica de RNE. Por otra parte es autor de libros como “Este burdel no es una ópera” con Máximo Pradera (Planeta 1998) y “La Breve Historia de la Ópera” (Alianza Editorial 2007). Con su buen criterio ha firmado estudios en los programas de mano del Teatro Real y El Liceu así como coordinaría y escribiría varias colecciones de quiosco para Ediciones del Prado o Altaya, entre conferencias y otras actividades de tipo cultural. Actualmente dirige el programa ‘La Dársena’, magacín de actualidad musical de Radio Clásica de lunes a viernes, de 12 a 1:30 del mediodía. Presenta el programa con Arístides Carra y Cristina Moreno. Un programa dedicado al panorama musical español con entrevistas a las personalidades más relevantes del momento y reportajes de las presentaciones y exposiciones más interesantes de la temporada. También cuenta con secciones de novedades y reediciones discográficas, agenda de conciertos, jazz… El pasado 30 de junio de 2014 nos ofrecían el programa especial fin de temporada.

De su último 7"
Con su alter ego de Carlo Coupé, Jesús volvía a estar de actualidad recientemente con el que es su último proyecto, al menos hasta el momento, llamado Black Nylon Corporation donde toca todos los instrumentos: teclados, guitarra, percusión, bajo, e incluso canta con excelentes resultados. En 2013 grababa un par de canciones que han acabado formando parte de su primer single editado con su propio sello Bewitching y con la ayuda del micro mecenazgo. Lis pastas vocales femeninas las aportaba Yoko Oh.  En la cara A podemos disfrutar de la canción “My sexy robot” presentada en un magnífico vídeo producido por Dodo Estudio y dirigido por Jaime Martín Pantoja y Julia Sáinz Cortés; y en su cara B, el instrumental “Hypnosis”. Ambos temas son un magnífico compendio de música negra, con detalles de soul-funk de los ochenta, interpretados mediante un toque personal que las convierte en dos piezas de orfebrería  a base de guitarras sutiles, un bajo penetrante, sintetizadores clásicos de los setenta y los ochenta (Moog, Roland, Korg, Yamaha…) y cajas de ritmo como la Oberheim DMX, la Linn LM1 o la Roland TR808.

Inicios
Carlo Coupé nunca se ha considerado a sí mismo como un teclista virtuoso, principal instrumento al que hasta el momento se le asociaba, sino más bien como un compositor. De lo que no hay duda es que se trata de uno de nuestros mejores maestros de  música negra, con repercusión internacional, que siempre ha destacado por atesorar objetivos artísticos propios con una mente clara y altamente creativa. A parte de su faceta como músico en bandas como los primeros Sweet Vandals, y en dúos magistrales, Carlo es muy conocido por haber producido a los mejores combos estatales de música negra de aquí como los Speak Low o más actulmente los Teenagers, Refoundations, Vibe Creators, Faith Keepers o Filetones.  Por otra parte, ha trabajado con fabulosos cantantes de la escena internacional como son Mayka Edjole, Glen Anthony Henry, Ola Onabule, con el que grabó hace unos años y cuyo resultado permanece lamentablemente inédito hasta el momento, por razones ajenas a su voluntad, y con Astrid Jones con quien formó su anterior proyecto, Wondertronix, para sacar verdaderas perlas de soulful disco, el soul interpretado con ritmos de baile que estuvo de moda entre finales de los setenta y principios de los ochenta.

Etapa soulful
Desde el principio de su carrera, Carlo estuvo obsesionado, con buen criterio, por el sonido. Tras sus primeros discos en digital con Subterfuge, como ese “Estereo espectacular” (2000), decide crear su propio sonido trabajando con cinta dándole a la música toda la calidad y profundidad necesaria. Es así como crea su colección de “Guateque Sideral” donde mezcla bossa nova de los setenta, exotica, lounge, etc… y después su propio sello Funkorama que cierra por las enormes dificultades que encuentra en un negocio discográfico costoso que le complica la vida enormemente. En una entrevista que nos concedió el pasado mes de septiembre de 2013 (+ info), nos decia: “La industria ha muerto. Las grandes compañías quedarán sólo, con una actividad y unos ingresos cada vez más raquíticos, para explotar el trabajo de los artistas que más dinero hacen. Seguirán intentando descubrir el pelotazo de turno y por el camino quedarán un montón de jóvenes explotados, quemados y desilusionados, con carreras efímeras por no haber alcanzado las expectativas financieras previstas por las compañías (ya sabes que ahora les quitan la pasta hasta de los bolos). El único futuro está en la autoproducción”.

Jesús Trujillo ha decidido cerrar una etapa más de su vida y se despide de Carlo Coupé. La noticia nos sorprendía casi el mismo día que se hacía público que las ventas de música crecen en España por primera vez desde 2001 y en un momento importante para la música negra en nuestro país con numerosos grupos que graban discos de soul y funk aunque, como bien apunta Carlo en la entrevista antes mencionada: “ Creo que hoy hay mucha más música negra en España que hace unos años y que hay cosas buenas (yo he tenido la suerte de estar metido, como ingeniero o como productor, en algunos de los buenos discos de estos últimos años). Aunque para mí, a muchos proyectos les falta autenticidad. Muchos músicos se han sumado a esta corriente porque creen que es una salida, que hay una especie de moda… Y es gente que viene del jazz, del rock… y que no siente verdaderamente la música negra, que no tiene un bagaje cultural suficiente y muchas veces se nota que es un disfraz…”.

Siempre con muy buena compañía
De lo que no cabe ninguna duda es que Carlo Coupé nunca fue un disfraz para Jesús Trujillo. Tuvo una entidad propia inigualable con la que nos enseñó a muchos a comprender, interpretar, grabar y oír la auténtica música negra. Por eso esta pérdida resulta especialmente tan triste: porque con él se va un modo genuino de entender la vida sin imitar a nadie ni a nada. Vistas las ansias que hay hoy en día de comulgar con la Black Music, Carlo Coupé se merecía haber sonado insistentemente en todas las llamadas fiestas de pista negra de este país, que sus tiradas de discos se hubieran agotado en días, que las discográficas se hubieran peleado por contratarle y que las revistas especializadas le hubieran destacado en portada innumerables veces. Pero eso no ha sido así y claro, al final, uno acaba por perder la  ilusión. Absolutamente nada que reprocharle; ahora bien, ojo con los panegíricos. Se aconseja prudencia, más que nada por no hacer un espantoso ridículo. Gracias Carlo por todos estos años de buena música, de sensaciones a flor de piel, de humildad desde la más absoluta genialidad. Tus fans te recordaremos siempre y si algún día decides volver a deleitarnos con tu arte que sepas que aquí estamos para escuchar y bailar al ritmo de tus fabulosas canciones. Por cierto, dile a Jesús Trujillo que no estaría nada mal que ahora se volcará, más aún si cabe, y si le apetece, a su carrera de escritor musical. Estamos más que convencidos que tiene muchas cosas que contarnos a todos y todas. Mucha suerte, Jesús, con mis mejores deseos para que tus nuevos proyectos te procuren tanta felicidad como nos dio a nosotros el magistral Carlo Coupé.     

3 comentarios:

  1. Una lástima, un talento con enorme gusto musical. Los sonidos con más groove pierden a un titán en una clara muestra de hacia donde se dirige la música no solo en este país, sino en todos lados: sonidos sintéticos destinados a ser oídos en un smartphone.

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    1. Cierto, se pierde todo un talento como bien dices pero Making Time como Magic Pop, y otros, seguiremos ahí para evitar que esa amenaza tangible no acabe con los auténticos melómanos. Muchas gracias por tu comentario.

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  2. Me cuesta entender que ese montaje sea un crack o un talento enorme respecto de nada. Parece un calco de las primeras películas de Almodóvar en versión pseudolibre (ya que está cargada de estereotipos y clichés tomados prestados), amateur (no es el fruto de una formación definida en ningún ámbito) y egocéntrica ("yo me lo guiso, yo me lo como"). Es muy difícil integrar este experimento con el Jesús Trujillo de la Radio Clásica actual, si bien se puede advertir que otros aspectos del trasfondo de su personalidad (cierto histrionismo y artificialidad) están empezando a desplazarse cada vez más a un primer plano: no se puede pronunciar el alemán con más afectación, como una reeducación logopédica o foniátrica perpetua ("El discurso de Trujillo"), a años luz de la naturalidad y la fluidez de los nativos, que se puede advertir en cualquier retransmisión de los conciertos de aquellos lares, Bayreuth incluido; afectación que amenaza con extenderse al francés, inglés, italiano y lo que se ponga por delante.

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