miércoles, 6 de febrero de 2013

Maravilloso disco “popmentonero” de Local Qua4tro con la atracción gravitatoria amorosa de Júpiter

Júpiter es el planeta más grande del sistema solar. Podría albergar más de mil tierras. Es esencialmente líquido y su gravedad llega a ser 2,34 veces la terrestre, con una atmósfera compuesta por dos únicos elementos Hidrógeno (90%) y Helio (10%). Local Qua4tro es una banda que acaba de sacar su primer álbum con el título genérico de “La Gravedad de Júpiter”. Llevan diez años componiendo grandes canciones, recopiladas en sucesivas maquetas, y ahora, por fin, sale su disco de debut con temas nuevos y muy emocionantes. Su música es esencialmente pop, “popmentonera” como dirían ellos,   aunque no faltan detalles de folk o psicodelia, incluso de tecnopop. Entre melodías fascinantes y ritmos poderosos, pongamos que al 50%, consiguen que su gravedad emocional, aquella que nos atrae hacia su centro creativo, supere incluso a la de Júpiter, situándose por encima de todos los grupos de pop que pululan por la llamada galaxia “Indie” de este país. Local Qu4tro es el grupo ideal para la banda sonora de aquellos cuya azarosa vida sentimental les ha llevado a orbitar por tantos y tantos planetas que han perdido su gravedad amorosa cuando estábamos casi convencidos, o no, que esa rutina era ya para el resto de la vida.  
 

Local Qua4tro en sus inicios
Local Qua4tro se forma en el año 2003, entre Madrigal de La Vera (Cáceres) y Madrid, inicialmente por Robo, guitarra y voz, Jesús Ropero, bajo, Juanma, percusión, y Gonzalo a la batería. Los dos últimos habían coincidido en formaciones de pop-folk como "La banda del Caimán" o "Bagauda". Meses después entra Jesús como bajista y Jesús Ropero pasa a guitarra solista. Luego se añade Cristina de "Manantial Folk" a los coros.

Tras unos cuantos conciertos, entre los que destaca la actuación inicial del 4 de Abril de 2004 en "el Molino" de Madrigal de la Vera (Cáceres), en 2006 graban con la colaboración de Cristina Bernal a los coros, su primera maqueta, “Sequía Goleadora”, en los Estudios Acontratiempo de Madrid. En Octubre de 2007 autoeditaron “Cosas del Polo Norte” su segunda maqueta, y en 2008 publican “Hace media hora”, un trabajo producido y masterizado por José María Rosillo (Deluxe, The Sunday Drivers, entre otros) en los estudios Audiomatic de Madrid. Durante la primera mitad del 2009 son seleccionados entre los semifinalistas del Demonova. Aparecen en varios medios de comunicación y se sitúan entre los finalistas del festival Contempopránea. También aparecen con su versión del clásico “Estuve enamorado” de Raphael en el recopilatorio “Pop a Porter 08” que edita Bon Vivant Records.




En verano de 2009 grabaron en los estudios Audiomatic su trabajo “Recalificación de los terrenos urbanos” con excelente aceptación por parte de público y crítica. En 2010 fueron nominados como mejor grupo Extremeño en los V premios Pop-Eye de la Música y la Creación Independiente que entrega el festival Cáceres Pop Art. Desde 2010 estaban inmersos en la creación de los nuevos temas incluidos en este disco que se titula “La Gravedad de Jupiter” y que edita Audiomatic Records en 2013.



Foto: David Claud
El álbum que ahora presentan fue grabado por  Robo (voz principal y guitarra), Jesús Ropero (guitarra y coros), Gonzalo Gonso (batería), Jesús (bajo), y Juanma (teclados) en los estudios de Audiomatic con la excelente producción de J.M. Rosillo y la ayuda de Laura Rodríguez como asistente de grabación.  Ha sido masterizado por Juan Hidalgo en Mastertips mastering. Con respecto al artwork del disco, diseño y fotografía, en formato digipack, es original de la banda. El Cd es la imagen de Júpiter. Han incluido en el libreto desde datos extraídos de la Nasa sobre los planetas hasta el peso y la altura de los componentes de la banda así como las brillantes letras de las canciones. A destacar también del libreto unas composiciones visuales curiosas, similares a la portada en la que un centro de tréboles verdes destaca sobre un fondo de tierra gris. 



Los 12 temas que contiene este álbum son originales de la banda y en la mayoría de los casos llevan títulos que no coinciden exactamente con la temática de las canciones. La razón obedece, según han explicado sus propios autores, a un pequeño toque de surrealismo con el que dejan abierta al público la interpretación de los mismos.


El disco se inicia con el tema “Italia 90”, con profunda vocación de himno como su título, en la que destaca la potente entrada de batería. Voces corales armoniosas arropan a la excelente voz principal que nos recuerda que “el mundo caerá rendido a nuestros pies, llegaremos muy lejos, más de lo que tú te crees. Nadie nos podrá detener. Estamos mucho mas cerca que ayer. No nos rendiremos y conseguiremos la revolución que prometieron otros. El gozo que no quepa en mi, será para vosotros” Impecables detalles de teclados y guitarras luminosas acaban por redondear esta preciosa canción melódica con tremenda fiereza rítmica. 


“I Must” empieza con guitarras atmosféricas y con algunos detalles de penetrante tecnopop, para hablarnos de esos “días que son para olvidar, de noches que son recuerdos y de las horas de ansiedad con minutos eternos”. Buen acompañamiento de bajo con punteos de afterpunk ideales para “encender un cigarrillo y apagar la esperanza”; para “apartar el flequillo, ver tu cara y enseñarme tus cartas”. Una canción con un estribillo emocionante entre “gestos que te atraparán dejándote sin aliento”.  Le sigue “La Playa de los muertos”, magnífico tema diseñado por guitarras acústicas. Una canción melancólica que “nos trae tantos recuerdos, lágrimas sueltas, hojas en cualquier rincón, mientras sigues en mi universo”. Contiene un espléndido solo de guitarra que acrecienta su envolvente valor melódico.     
Fotos: Carlos Bartual
“Frank & mente” es una canción ágil, con ritmo bailable, perfecta para tener el valor de   “decirte que no aguanto más, es tarde para intentarlo arreglar, no soporto tu voz, ni tu manera de bailar, no te voy a mentir como hacen otros con tanta obviedad”.  A continuación nos ofrecen “Compartir es perder”, fascinante tema que arranca con percusión latina, acompañada por bajo, que desembocan en una secuencia de powerpop a la que añaden unas vibrantes guitarras rítmicas que convierten el tema en una maravilla, incluido ese solo festivo de guitarra eléctrica.  En ella nos explican que “cuando cae la noche, es el momento preciso para echarte de menos y de arrepentirme, sobre todo, de haberte conocido”.


“Bucles sin alcohol” es un medio tiempo en el que nos hablan de Morrissey, La’s, Echo and The Bunnymen, y los Teenage Fanclub, bandas ideales para esos momentos melancólicos en los que “puede que nos confundan con la gente normal. Procura que no sepan que estamos detrás de la canción perfecta”. En el siguiente tema, con el impactante título de “Popmentoneros”, los Local Qua4tro se muestran especialmente inspirados con una combinación de arreglos melódicos grandiosos para explicar con contundencia una historia de desamor con las palabras precisas y, a la vez, contundentes: “me robaste el corazón, no sé muy bien para qué… y ahora en el hueco que quedó, no sé qué es lo que hacer… he tatuado allí tu nombre, donde levanté tu altar, dudo que aún existan hombres, que te quieran de verdad. No encontrarás a nadie, que te recuerde tanto a mí. Si me ves por la calle, no sabrás ni lo que decir…”. Y no solo la voz principal, sino también las guitarras y los teclados así como el desarrollo rítmico, se muestran aquí impecables, convincentes y emotivos. En nuestra opinión, una de sus mejores canciones.   


“Hoy” es un tema de “errores vitales, traiciones y recuerdos”, en el que el protagonista pide que “la soledad no alborote mi vida y deje mi alma tranquila, y que deje de sangrar esta profunda herida”.  Guitarras, con distorsión, amplifican el carácter dramático de “esta amarga función que acabó” hasta que los punteos claros añaden un tono melancólico”. Exquisito también el acompañamiento de la batería. 


Foto: Elisa Senra
En “Hacer las maletas”, nos cuentan cómo “me has buscado en los bares donde suelo naufragar” mientas se preguntan “cómo fue que utilizaste solo la mitad de tu veneno para matarme a mi primero” entre “despistes en el mes irregular de febrero”. Canción alegre, bailable, con riff de guitarra ensoñador entre  esos detalles sencillos de teclados que le dan un toque  conmovedor. En “Mi canción #7” nos ofrecen una atractiva melodía de popsike, con guitarras cristalinas, y un estribillo sensacional acompañado de coros, en la que nos cuentan que “solo pienso en ti, por ser capaz de iluminar mi cara al despertar, porque eres de entre todos los rumores, la verdad...la primavera cuando deja el frío atrás”.


“Solomillo” tiene un curioso título para una canción de pop en la que se trata sobre la delgada línea que separa el amor y la amistad. Como el solomillo, tierno y jugoso, el protagonista decide sincerarse y explicar sus sentimientos “harto de estar escondido camuflado como tu mejor amigo. No me pongas cara de asombrada como si nunca hubieras sospechado nada”.  Tras una pulida entrada de bajo, nos sorprenden con un planteamiento bailable cercano al ska pop y toques de guitarra con influencias country. 


Finaliza el disco con la reposada canción “Casi veo a tu padre”. Tiene su origen en un chiste de Eugenio, de su conocida onda cercana al surrealismo, que en el caso de Local Qua4rtro se convierte en un curioso juego de expresiones entre una relación amorosa y un partido de fútbol como por ejemplo: “ha sido un cruce complicado, no sé si pasaré a tu cuarto. Los goles en campo contrario dicen que tienen valor por dos”.  Un tema perfecto para cerrar este sublime álbum, con momentos casi sinfónicos intercalados entre ritmos de powerpop y un largo solo de guitarra, entre campanas, que encoge el corazón y humedece los ojos de emoción. 

Foto: Agustín Fuentes

Tras tantas sensaciones y detalles ciertamente reseñables, uno se queda completamente anonadado, necesitando, cuanto antes, respiración asistida o quizá un abrazo y un beso enorme si eso es posible. No cabe duda de que Local Qua4tro han completado con este álbum una década de exquisiteces pop mediante muchas canciones que deberían figurar, como poco, entre las mejores de nuestra escena estatal. “La Gravedad de Júpiter” no solo demuestra la enorme complicidad de estos músicos para crear momentos sonoros inolvidables sino también confirma que estos geniales “popmentoneros” están cada vez más cerca de componer la canción perfecta de amor; aunque quizá ya lo hayan conseguido y, como tantas otras veces, algunos se den cuenta de ello dentro de muchos  años, cuando sea imposible encontrar a alguien que les recuerde tanto a Local Qua4tro y entonces no sepan ni qué decir.     

Nota: Puedes escuchar el disco en su bandcamp.

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